“¿Tienes un minuto?” “No.” “Un minuto, ¿eh?, sólo un minuto.” “Un minuto cuesta dinero.” “Te lo compro.” “¿Cuánto pagas por él?” “Ponle tú precio.” “Veinte el minuto y dale.”
EL MINUTO
¿Te acuerdas de cuándo éramos argentinos o imaginábamos serlo porque leíamos a Cortázar? ¿Te acuerdas, ché, eh, pibe? Tú siempre le ponías acento francés, decías que en el fondo Cortázar era muy francés y yo negaba con la cabeza porque para mí el surrealismo se hablaba en lengua castellana, ¿te acuerdas?, ¿eh, ché, pibe? Ella nos ganaba siempre, liada a porros y esnifando travesuras, ella era una artista del pincel y dibujaba sobre nuestros cuerpos sombras de papel. Yo la amaba. A ti sólo te gustaba porque era muy bonita. Yo la recuerdo frente al ventanal de aquel trastero apestado de calor y de humedad esbozando bocetos de portada o contraportada para nuestros futuros libros. Y nosotros ideando la forma de enamorarla a pesar de que ella era muy lesbiana y no aceptaba ni siquiera ser bis, de que sus modelos la adoraban y de que más de una orgía tuvimos que presenciar matándonos a pajas. Pero la amaba, ¿eh, pibe? A ti sólo te gustaba. Nosotros jugábamos a ser artistas de la palabra mientras ella sudaba cada gota de lienzo, cada pincelada, cada brillo o cada tono. Nosotros "nos las dábamos de", nos mojábamos el culo de alcohol y tan sólo recitábamos versos que no eran nuestros y que ni siquiera entendíamos. Luego recitábamos profecías malditas en su balconada y jugábamos a las piedras lanzándoselas a esa temprana escultura (busto desnudo con pechos de cristal). Pero sólo yo la amaba, ¿eh, pibe? A ti nada más que te gustaba. Y un día se lo dije. Iba vestida con una bata negra y una gorra de pana con la visera vuelta. "Te amo." Me desnudó, yo trataba pero ella rehusaba, sólo pretendía pintarme desnudo. Pero, ¿sabes?, entre tú y yo adivino a quién pintó de los dos porque no hay pene ni testículos, no hay forma ni retrato, tan sólo la silueta difusa de una posibilidad eterna que ella cerró arrojándose por la ventana. Y, ahora, ¿eh, pibe?, ¿ella me amaba?
"Cuarenta y cinco con sesenta y seis."
No hay comentarios:
Publicar un comentario